lunes, 20 de noviembre de 2017

Corre, corre, corre, que se acaba el día. Me ahogo en papeles.


Me encanta mi profesión y todos los días me levanto de un brinco de la cama para iniciar una nueva etapa llena de momentos interesantes, divertidos e importantes. Considero que mi trabajo, al igual que el de mis compañeros, es esencial, pero...... ¡¡¡¡¡¡necesito más horas!!!!!!
Image result for montaña de papeles
Después de 17 años de profesión, considero que he ido cambiando mi forma de programar y organizarme, consiguiendo cada curso mejores resultados al respecto. ¿Sí?, pues ya no sé, pues cada día me faltan horas. Y bueno, sé que aquí muchos de vosotros os pararéis a pensar : 
- Vaya, si tienen todas las tardes libres. 
Si libres se refiere a que no permanecemos en el recinto escolar, es cierto, pero ello no implica que no tengamos que seguir trabajando en lo que día a día nos compete. Y es que nuestras competencias van aumentando y no precisamente para dedicar tiempo al niño, si no a los papeles. Actas, rúbricas, programaciones, ACIs, programas, listas, autorizaciones, convocatorias, ....... podría seguir.

!Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡
No sé si el que se nos acribille a rellenar papeles es por la falta de confianza que recae sobre nuestra profesión (y el mito/leyenda de que trabajamos poco) o porque realmente toda esta burocracia es ¿¿¿¿¿NECESARIA????
¿Por qué no se nos escucha?
¿Por qué no se nos pregunta?
Leyes, órdenes, decretos, ...... no nos adaptamos a uno cuando ya nos lo cambian y aún no se ha implementado el anterior.
¿Rúbricas?? Sí, pero ¿quién o quienes  nos enseñan? Pero no me refiero a recibir un curso teórico. 
Quiero, queremos hacer nuestro trabajo bien y no porque la normativa nos quiera meter muchas innovaciones de una vez es sinónimo de calidad de enseñanza.
Los principales protagonistas de la educación son los alumnos, sí, pero los engranajes para crear aprendizaje somos nosotros, nuestra persona, nuestros valores, nuestras ganas,..... no los programas, las TIC, la segunda lengua extranjera, los libros de texto (este último junto con las editoriales,  daría para otra entrada)

En fin. Solo quiero hacer sentir que me siento inundada por un mar de papeles los cuales dudo que sean necesarios.
Me gustaría que mi profesión se valorase más que lo que día a día nos hacen ver. No somos solo números. Somos personas con emociones, motivación, curiosidad, empeño, tesón y trabajamos con el futuro de lo que nos sustentará en el mañana. ¿Acaso no merece esto una buena reflexión?

No hay comentarios:

Publicar un comentario