Aunque actualmente trabajo como maestra de primaria, mi especialidad y comienzos en el gremio fueron de Pedagogía Terapéutica. Aun recuerdo el pequeño pueblecito de Ciudad Real, el colegio cuyo dibujo de la fachada principal aludía a su nombre. Pues bien, ahí trabajé por primera vez con una niña con autismo.
Hasta ese momento desconocía por completo el concepto de agendas ideovisuales. Y sí que aprendí, sí, y usar no solo estas con determinado tipo de alumnado, sino a generalizar que también valían para cualquier circunstancia y aprendizaje.
Imaginaos hace cerca de 20 años, cuando apenas había un par de ordenadores en los centros y la conexión a internet se hacía por modem, con ese sonido característico que te avisaba de que la conexión se estaba realizando. La información que recogí al respecto la busqué en bibliotecas con tochos de libros que " apenas tenían dibujos explicativos" y sí una letra diminuta con un interlineado realmente ajustado.
Así, elaboré mi primera agenda ideoviasual para "ella". Con ayuda de esos pictogramas sencillos, totalmente caseros y metidos en las típicas fundas de plástico para que me durasen más tiempo, comencé a evidenciar su eficacia. Colgados a modo de ropa con unas pinzas y sobre un cordel, Nerea podía evidenciar con un solo vistazo qué haríamos en clase, cómo lo haríamos y el orden en que ocurriría. Así, ella , no solo empezó a mostrarse mas confiada, tranquila- podía anticipar las tareas a realizar - y atenta a los estímulos que yo le presentaba, sino más partícipe de su propio aprendizaje.
Los pictogramas eran un puente, ayudaban a organizar su mundo interior y hacer que yo comprendiera mejor ese mundo además de comunicarnos ambas.
Después de todo esa experiencia que me enriqueció muchísimo, las agendas me han acompañado en muchos momentos de mi enseñanza.
Ejemplos ,muchos, evidencias, miles.
En primero de primaria, por ejemplo ya llevamos años que en mi centro usamos, para la corrección de ejercicios, los palos revisores. Mucha información al respecto encontramos de ello en internet.
Para la interiorización de rutinas en infantil, también se usan mucho estas agendas visuales, a modo de autoinstrucciones.
Incluso para la evacuación en caso de incendios, se usan estos pictogramas y los tenemos en cada una des dependencias del centro.
Si observamos, los iconos y agendas visuales están inmersos en nuestro día a día. Son tan funcionales y hacen tan bien su contenido que son necesarios.
Actualmente imparto clase en 6º de primaria. Cada vez que hacemos un examen, repartimos una hoja plastificada que muestra unas pautas para hacer una buena prueba. La verdad que soy consciente ahora de que es aburrida, poco atrayente y que no llama la atención, no tiene ni un solo dibujo, letras y letras con interlineado escaso para ahorrar papel (¿Os suena?). Hora de cambiarla, os dejo que voy a rehacer un documento donde el dibujo sea el elemento principal.
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