martes, 6 de noviembre de 2018

Habilidades para la vida y alfabetización emocional en contextos educativos

Mi carrera profesional, mi trabajo, mi pasión, la docencia, requiere un alto grado de compromiso, comprensión, perfeccionamiento y cambio.
Así, me apunté a un nuevo curso del cual espero aprender bastante para aplicar tanto a mi vida personal, como profesional. La actitud en todo ello es fundamental. Comienzo este pequeño camino, de los muchos senderos que tiene el mundo emocional, con una postura positiva y entregada. Así que manos a la obra.
Para presentarme os diré que me llamo Olga. Ya desde los tres añitos soñaba con ser maestra, y..... lo conseguí. O mejor, estoy en ello, es un proceso, no algo finalizado.
Actualmente trabajo en una pedanía de Córdoba en un enclave que me resulta encantador, rodeada de pinos y montañas. No hay día que en nuestro trayecto en coche hacia el trabajo no nos encontramos con algo que te hace respirar, coger energía ( un arco iris, un amanecer soleado, un zorro cruzando la calzada, ...)
Al llegar al centro, 25 personitas, bueno, más, te esperan con las mentes preparadas para nuevos aprendizajes. Y no solo curriculares, pues hoy en día, el corazón, las emociones y cómo gestionamos nuestro día a día, es para mí primordial.
Creo que ese bagaje emocional del que nos habla muy bien Goleman en su libro "La inteligencia  emocional" es fundamental para tener calidad de vida y ser "buenas personas"
Esta parcela de la vida creo que es la asignatura pendiente de muchos muchos de nosotros, donde aún me incluyo. Sabemos la teoría, pero... ¿la aplicamos? El aprender a saber lo que sentimos y cómo gestionarlo es una tarea que engloba a familias, comunidad educativa y alumnado.

Espero aquí curtirme algo más en esta asignatura que es tan necesaria como el aire que respiramos.
Así que manos a la obra.
Y para terminar os dejo una frase:


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