Tomemos a los alumnos como ejemplo ante la pandemia

 Ya bien entrado el curso, bajo estas circunstancias peculiares y siempre me asombran. Si ellos, siempre ellos y ellas.

El primer día de clase se les explicó las normas básicas para llevar una jornada "sin contagios". Bastó solo acabar esa semana para que esas pautas interiorizadas se mostrasen a través de los barrotes desde los cuales las familias, expectantes, observaban.

Mantienen la distancia de seguridad en la fila, extienden sus manos esperando el hidrogel, antes del desayuno desinfectan sus pupitres, no colapsan la papelera esperando que quede libre para hacer uso de ella, van al baño sin aglomeraciones,... sí, todo un ejemplo.

Muchos de nosotros, antes de la vuelta al cole, pensábamos en una situación que ni mucho menos iba a ser así. Y, a pesar de las ratios elevadas, de  los abrazos retenidos y las caricias guardadas, a pesar de las circunstancias en las que trabajamos, con apenas distancia de seguridad entre las bancas, los contagios dentro del recinto escolar están capados. 

COVID (comprensión, organización, voluntad, iniciativa y dedicación), esas son sus premisas fundamentales que hacen que, a día de hoy, las escuelas, mi escuela, sean un lugar seguro.

Así que gracias, alumnos y alumnas, ahora solo queda que vuestro ejemplo recorra como el viento cada una de las esquinas de todas las ciudades.